BÉLGICA
La tierra de la cerveza y el chocolate es un simpático país dividido en dos fuertes identidades, la flamenca y la valona, con la región de Bruselas ejerciendo de colchón...
Flamenco es una palabra con variados significados, que puede ser nombre o adjetivo.
Flamencos son los habitantes de Flandes, flamenco también es un género musical y flamencos son esos elegantes pájaros de las marismas. La relación entre tan dispares elementos no acaba de estar clara...
AMBERES es la capital de Flandes y la segunda ciudad del país. Es el centro mundial del comercio de diamantes, lo que evidentemente ayuda a su prosperidad.
En la magnífica plaza central hay preciosas casas medievales, muy típicas de Flandes, y un bonito ayuntamiento plagado de banderas.
En sus alrededores se encuentran dos iglesias impresionantes: la catedral gótica, con grandes obras de Rubens, y la Iglesia de San Pablo, con un recargado interior barroco.
Camino hacia el puerto aparecen los elementos más modernitos. El museo de la ciudad es un atractivo y sólido mazacote situado junto al agua.
Y el diamante de la corona es el prosaico edificio administrativo del puerto, reconvertido por Zara Hadid en una fantástica estructura de aspecto irreal...
GANTE
es la segunda ciudad de Flandes y cuenta con un magnífico centro histórico.
Las agujas del gótico aparecen aquí en cantidad, en un encantador entorno de canales, iglesias, castillos y casas señoriales.
BRUJAS es otra de las ciudades históricas de Flandes y tal vez la más turística. Su precioso centro histórico, surcado por canales, recuerda un poco a Amsterdam...
El discreto encanto de BRUSELAS
La capital de Europa destila una elegancia discreta y puntual, que brilla especialmente en los escasos días en que el sol se digna aparecer en sus europeos cielos...
Tiene sus encantos: la Gran Plaza es quizá una de las plazas más espectaculares del planeta, con sus recargados edificios barrocos, construidos a finales del S. XVII.
También tiene una enorme catedral gótica y magníficos edificios modernistas...
Sus excelentes museos son, no obstante, un buen refugio para los interminables cielos grises que suelen abrumar a la ciudad...
Y si sale el sol, siempre nos queda el Atomium...
