PHUKET
La isla de Phuket es uno de los destinos más masificados de Tailandia y tiene serios problemas de tráfico, que convierten cualquier desplazamiento por la isla en una tarea cansina. Aún así, vale mucho la pena por el ambiente festivo y por los fantásticos alrededores de la bahía.
Phuket city es la ciudad histórica de la isla y tiene un simpático barrio antiguo con influencias chinas y coloniales.
Pero la verdadera acción transcurre en Patong, la famosa playa situada en el lado occidental de la isla.
Por el día, su extensa playa se convierte en un insólito campo de deportes y actividades acuáticas, que van desde el voleibol al parapente, pasando por las ruidosas motos acuáticas.
Por la noche, la acción se traslada a la delirante Bangla road, donde docenas de discotecas, bares de alterne y conciertos compiten a ver quien hace más ruido.
También hay sonados combates de Thai box, templos chinos, tiendas de cannabis y bares de reggae.
El conjunto es francamente festivo, aunque poco adecuado para quienes busquen tranquilidad.
PHANG NGA
La bahía y parque nacional de Ao Phang Nga es otra de las leyendas paisajísticas de Tailandia.
Los enormes monolitos de piedra caliza, cubiertos por una densa vegetación tropical, se elevan verticalmente sobre las tranquilas aguas de la bahía, formando un paraje realmente sensacional.
El recorrido por la bahía suele hacerse, desde la entrada del parque, en barcas tradicionales equipadas con potentes y ruidosos motores, nada ecológicos.
La famosa isla de James Bond, con unas formaciones geológicas espectaculares, es una de las más visitadas.
El pueblo palafítico de Ko Panyee, construido sobre las aguas al pie de una gran roca, es otro de los lugares insólitos de la bahía. Esta curiosa villa, de población musulmana, tiene varios restaurantes, una mezquita y un campo de futbol flotante. Es una parada habitual para almorzar.
En las cercanías de Phang Nga se encuentra el sugestivo templo de Wat Suwan, ubicado dentro de una gran cueva, decorada con altares y estatuas budistas.
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