Normandía


NORMANDÍA


La silueta piramidal del Monte Saint Michel se alza con imponente verticalidad en la enorme bahía que separa Normandía de Bretaña. El monte sagrado está de hecho en Normandía, aunque el tema ha sido objeto de litigio durante siglos. 



Aquí todo es impresionante y en realidad sobran las palabras para describir esta mágica reunión de arte y naturaleza. La gran abadía gótica que corona el monte es conocida simplemente como "la maravilla"... Para que más detalles?



La maravilla fue construida en su forma actual allá por el Siglo XIII, sobre un afloramiento granítico situado en medio de una gran bahía arenosa. 

 Anteriormente el promontorio se conocía como Monte Tumba, y desde mucho antes ya había sido lugar de culto para celtas y galos...




El problema es que tanta belleza no ha pasado desapercibida y miles de visitantes acuden diariamente al sagrado recinto, ya llueva, nieve o sea lunes... Está saturado de gente, pero es comprensible que así sea. 



La ciudadela, situada en la parte inferior del monte, es un parque temático de souvenirs y lugares de restauración con precios excesivos, del que es mejor alejarse. 

La Abadía, en la parte superior, es un sobrio conjunto de espacios góticos a distintos niveles, con escasa decoración ornamental.





Pero hay más. Aquí las mareas son también grandiosas. Entre la pleamar y la bajamar puede haber desniveles de hasta 14 metros de altura de las aguas, siendo lo habitual un desnivel en torno a los 10 mts. 




Este inusual fenómeno está provocado, entre otros factores,  por las corrientes del Canal de la Mancha y la peculiar estructura geológica de la bahía. 



Esta enorme diferencia provoca la aparición de kilómetros de arena cada vez que baja la marea, que desaparecen con sorprendente velocidad cuando suben las aguas. 




Según dicen,  un caballo al galope no es capaz de escapar de la velocidad de las aguas.  Arenas movedizas y nieblas cerradas añaden dramatismo al asunto. No obstante, cada vez que baja la marea numerosos grupos se lanzan a realizar rutas por las húmedas arenas, así que no deben creerse mucho lo del caballo...






DESEMBARCO

El nombre de Normandía está asociado inevitablemente a la gran epopeya del desembarco, cuya memoria persiste con fuerza en toda la región, a través de memoriales, cementerios y lugares históricos. 



El 6 de junio de 1944 tuvo lugar aquí el mayor desembarco militar de la historia, cuyo notable éxito fue  decisivo en la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial.




El paisaje de las playas del desembarco no es especialmente atractivo, pero los lugares míticos de la batalla siguen ahí, cargados de simbolismo.  


La playa de Omaha, donde perecieron gran número de soldados en la batalla más mortífera del desembarco, es hoy un bucólico lugar donde pastan las normandas ovejas...




El cuidado cementerio americano, gestionado por  USA,  es otro de los lugares más visitados...







Y el atractivo pueblecito playero de Arromanches, donde se instalaron grandes muelles metálicos -que todavía siguen ahí- para facilitar la gran operación logística...






La ciudad de CAEN, capital normanda, tiene una larga historia cuyo máximo esplendor brilla allá por el año 1.000, cuando los normandos (hombres del norte), venidos de tierras escandinavas, establecen un potente reino en estas latitudes.







Desde aquí llegarían a conquistar la mismísima Inglaterra, así como expandirse por el Mediterraneo, conquistando Sicilia y dejando grandes testimonios de su arquitectura en ciudades como Palermo.




La Abadía de los Hombres es la joya de la corona de Caen. Esta monumental iglesia románica impresiona por sus colosales dimensiones y por la armonía de su diseño. Un verdadero hito para la época.


También está la Abadía de las mujeres, algo menor pero igualmente notable, así como varias iglesias góticas de gran interés. 








La hermosa ciudad de BAYEUX es otra de las bellezas urbanas de Normandía. Su enorme catedral gótica domina el paisaje por todas partes... 




Aquí se encuentra el famoso tapiz de Bayeux, un larguísimo telar que narra con todo detalle la conquista de Inglaterra por los normandos, allá por el 1066. Esta epopeya medieval es un adecuado contrapunto bélico al desembarco de Normandía, pero en sentido contrario. 





En el hermoso centro histórico de Bayeux hay un intrincado sistema de canales, molinos y compuertas,  que añade encanto a la ciudad. 











PARIS bien vale una escala...


Las escalas en aeropuertos suelen suponer largas y aburridas horas de espera, pero si se alargan convenientemente, digamos unas 9 o 10 horas, pueden permitir darse una vuelta muy agradable por el centro, aunque luego haya que volver a París una semana, o tres...



Desde el aeropuerto Charles de Gaulle el tren nos deja directamente enfrente de la catedral de Notre-Dame, lo que constituye un excelente punto de partida para el "tour de escala"...








Tras visitar la maravilla gótica seguimos en busca de contrastes y llegamos al Centro Pompidou,  con su colección del arte de principios del S.XX, cuando todas las vanguardias habitaban  en Paris.











Seguimos paseando a orillas del Sena y en el Louvre volvemos a admirar los contrastes entre modernidad y tradición...







Pero el tiempo se pasa volando en los cafés parisinos y cuando nos queremos dar cuenta ya es la hora de embarque...

















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