Panamá, Caracas, Bogotá, Quito

 

PANAMA 






En PANAMA se respira un cierta sensación de encontrarse en el ombligo del mundo. Al mismo tiempo es un puente entre dos continentes y un paso entre dos océanos, y este sentido de encrucijada parece marcar la identidad panameña.







La epopeya del canal, con su sorprendente sucesión de acontecimientos, es un hito histórico sin precedentes, que podría inspirar toda una serie de películas de época. Ya en tiempos de Felipe II se consideraron las enormes posibilidades de unir los dos océanos, pero el monarca cerró la cuestión con su famosa frase “Lo que Dios ha unido no debe separarlo el hombre”.








La ruta de transporte terrestre entre ambos mares comenzó a ser explotada con medios rudimentarios hasta mediados del Siglo XIX, en que la fiebre del oro en California cambió para siempre la situación.









Con la construcción del ferrocarril transístmico, el istmo panameño se convirtió en el medio más rápido de llegar al nuevo Eldorado, y las compañías navieras norteamericanas lanzaron rutas por el este desde Florida hasta el caribe panameño, donde se podía coger el tren a la otra orilla y culminar el viaje en uno de los barcos que llegaban desde Panamá a California.




Entonces llegó Lesseps, convertido en guru de la ingeniería tras construir el Canal de Suez. El gran ingeniero lideró el primer intento de construir un canal a nivel, dirigido por Francia. Las enfermedades endémicas, la corrupción y la dificultad del terreno  arruinaron el empeño galo, y el fracaso estuvo a punto de llevar a la cárcel al propio Lesseps.




A continuación se realizó la primera intentona norteamericana, abocada igualmente al fracaso por motivos similares a la primera. Las enfermedades tropicales como la malaria y la fiebre amarilla causaron miles de víctimas, y las dificultades del accidentado terreno parecían imposibles de superar.

 

Y a la tercera fué la vencida. Antes de intentarlo de nuevo, los norteamericanos realizaron una gran operación de salud pública, fumigando el pais entero y sellando las ciénagas donde habitaba el mosquito. El éxito fué espectacular y, en 1905, la malaria y la fiebre amarilla fueron erradicadas de la región.




El camino estaba libre y la decisión de construir un canal con exclusas, en lugar de un canal al nivel del mar fué el segundo hito que hizo finalmente posible, en 1913, la conclusión de la obra. 

Sin duda una historia apasionante de tragedia, injusticia, fracaso, perseverancia y creatividad, con un final más o menos feliz.




Hoy, la ciudad de Panamá es un reflejo de los grandes intereses coloniales que durante siglos han planeado sobre tan estratégico enclave. 


El casco viejo es un bonito conjunto colonial español, con bellas iglesias y mansiones en creciente restauración. La ubicación de los principales centros del Estado en el casco ha dado seguridad a la zona, que vive un renacer turístico y residencial.





Mas allá, el moderno barrio de Paitilla es un distrito cosmopolita de negocios globales, con una notable mezcla étnica. Paitilla tiene un impresionante conjunto de rascacielos que recuerda más a Hong Kong o a Singapur que a una ciudad sudamericana.












CARACAS Y LAS NUBES


Sacar fotos en el centro de Caracas es un deporte de riesgo. La ciudad sufre altos índices de violencia urbana, y el turista es un bien escaso, presa fácil de los abundantes asaltos que ocurren dia y noche. Es tal vez la ciudad más peligrosa de Sudamérica.















La vida cotidiana transcurre frenéticamente, en un escenario permanentemente enrarecido por la agria disputa política entre gobierno y oposición, con unos niveles de agresividad insólitos para los parámetros europeos.









La ciudad, con casi 6 millones de habitantes, se extiende en un alargado valle donde se suceden los opulentos barrios financieros y el centro urbano, rodeados por cerros y colinas abarrotadas de chabolas.



El contraste entre zonas ricas y pobres es impresionante. El centro, degradado y mal conservado, no es especialmente atractivo ni tiene puntos históricos de interés. Una gigantesca taza de Nescafé es el principal punto de referencia de la ciudad. Cosas de Caracas.







Pero al margen de sus problemas, Caracas tiene también sus encantos, que vienen sobre todo de la bella región donde se encuentra ubicada. La ciudad está a 900 metros de altitud, y a sólo 20 km. de la costa. Entre la ciudad y el mar se alza la imponente sierra de El Avila, con alturas de más de 2.700 metros.














El Avila encarna la belleza de Caracas. Un excelente teleférico sale del mismo centro urbano, y se eleva rápidamente sobre las escarpadas laderas de El Avila, cubiertas de densa selva tropical. En pocos minutos todo se transforma radicalmente. Arriba, el clima es fresco y las vistas son magníficas. El contraste con la ciudad que está a sólo 15 minutos no puede ser mayor.










Caracas a un lado y el mar a otro, desniveles y precipicios impresionantes, nubes y vegetación tropical por todas partes. Las nubes son un espectáculo en si mismas. Se mueven rápidamente, se forman y se disuelven, aparecen y desaparecen, dando un aspecto mágico y cambiante a los magníficos paisajes.














CARTAGENA DE INDIAS 



sestea perezosamente a orillas del Caribe, abrumada por el húmedo calor y el peso de su historia. Su ritmo suave y tropical contrasta un poco con la imagen habitual de Colombia, un país que suena como más dinámico que esto.... 







El centro histórico de Cartagena es el más monumental de Colombia y tal vez uno de los más importantes de la época colonial en toda América.
















Por todas partes aparecen hermosas iglesias, imponentes palacios e inexpugnables castillos, testigos de la gran importancia histórica de esta ciudad, suavizada hoy por los bellos arenales de palmeras y el amable ritmo caribeño...





















BOGOTÁ

El centro de la capital colombiana gira en torno a la colina de Monserrate, situada a más 3000 mts. de altura. La colina domina todas las vistas urbanas y desde su cima ofrece también excelentes vistas de la ciudad....









ECUADOR 92



a 2.800 mts. de altitud no hace calor ni siquiera en la mismísima linea del ecuador, que es precisamente donde se encuentra la capital ecuatoriana. Quito es la segunda capital más alta del planeta, después de La Paz.



El casco histórico de Quito, uno de los más interesantes de sudamérica, rebosa de iglesias y palacios, y se sitúa por los pelos en el hemisferio sur...













A pocos km. de Quito, el valle de Otavalo tiene pueblos interesantes, como Ibarra y el propio Otavalo.  También hay hermosos paisajes volcánicos, como la laguna de Cuicocha y el cerro Imbabura, situados, estos sí, en el hemisferio norte.....

















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