Hua Hin
La simpática ciudad costera de Hua hin, al sur de Bangkok, tiene tradición veraniega desde hace más de un siglo, cuando la familia real decidió pasar vacaciones allí. La vistosa estación del tren, que facilitó el contacto con la capital, es el símbolo de la ciudad.
Tiene una playa muy agradable, enmarcada por unos curiosos palafitos de madera donde funcionan restaurantes tradicionales, famosos por sus platos marineros.
También tiene bulliciosos mercados y una vida nocturna sorprendente para su pequeño tamaño.
PHRAYA NAKHON
Al sur de Hua hin, la cueva de Phraya Nakhon es uno de los parajes más espectaculares de Tailandia.
Se llega a través de una caminata de un par de horas o alquilando una barca a una playa más cercana, lo que reduce el tiempo a la mitad. Ambas opciones son buenas.
La empinada subida a través de una densa vegetación es corta pero cansina. Por el camino hay muchos monos de cola larga saltando con increíble destreza de árbol en árbol.
Finalmente se llega a la entrada de las enormes simas donde hay que bajar todo lo subido. El paraje es realmente grandioso y culmina en una enorme cavidad a cielo abierto donde entra el sol por la mañana, iluminando desde distintos ángulos un pequeño templo dorado. Sin palabras.
KO SAMUI
Hacia el sur, Ko Samui es una de las islas más visitadas de Tailandia, famosa por sus playas y su animado ambiente.
En la vecina Ko Phan Gan, también con estupendas playas, se celebran todos los meses unas ruidosas fiestas de "full moon party", que duran toda la noche a todo volumen. Por el día reina la tranquilidad.
Una de las mejores excursiones desde Ko Samui es la visita en barco al parque nacional Ang Thong, compuesto por docenas de pequeñas islas cubiertas de densa vegetación...
KRABI es otro lugar de ensueño donde playas y montañas adquieren ese peculiar tono surrealista, que parece repetirse por el sudeste asiático.
En consonancia con estas rocas de aspecto un tanto fálico, en una de las cuevas hay un insólito templo a la fertilidad, repleto de falos de todos los tamaños.

El templo de la cueva del tigre, en las afueras de Krabi, se sitúa en la cima de una colina con grandes vistas de la bahía. La subida es dura, con más de 1000 peldaños, pero vale la pena.