Fez



Probablemente no hay mayor contraste en el planeta que el existente entre las dos orillas del Estrecho de GIBRALTAR. Al norte Algeciras, con sus parámetros europeos, básicamente similares a los de Helsinki, y al sur Tanger, más parecida a Yakarta que a su cercana vecina de enfrente. 



Vista aérea del estrecho, con Tanger a la derecha y la bahía de Algeciras a la izquierda...






TANGER, con su puerto, su medina y sus playas, fué una ciudad cosmopolita en los años 50, y aún conserva un discreto encanto y un cierto exotismo, como puerta de entrada de Marruecos. 

La cueva de Africa, en sus alrededores, es una simbólica introducción al continente, con su forma de continente africano invertido...







Bajando por la costa atlántica llegamos a ASILAH, preciosa población amurallada al borde del mar...






y algo más al sur a LARACHE, otra bonita villa costera, con influencia colonial española y una intrincada medina...








RABAT y CASABLANCA son radicalmente diferentes y complementarias, y entre las dos constituyen el centro neurálgico indiscutible de Marruecos. 

Rabat es la capital política y burocrática, con importantes monumentos históricos, pero mantiene al mismo tiempo un aire tranquilo y en cierta forma tradicional.




















Casablanca es el centro económico de Marruecos y una de las ciudades más dinámicas de Africa. 

Las torres gemelas de Casablanca, situadas en un moderno distrito residencial, son el símbolo de la modernidad marroquí... 





Al borde del mar se encuentra la gigantesca y lujosa mezquita Hassan II, con capacidad para más de 100.000 personas. 


Este enorme templo es la segunda mayor mezquita del mundo, después de la de La Meca, y posee una notable belleza y armonía, a pesar de sus grandes dimensiones.






Los vestigios de la época francesa siguen muy presentes en la ciudad, como la bonita iglesia del sagrado corazón, hoy convertida en sala de exposiciones...






La Cornisa de Casablanca, compuesta por una sucesión de excelentes playas atlánticas, se extiende hacia el sur durante varios kilómetros, hasta llegar a la sugerente aldea de Ain Diab, ubicada en un islote que se une a tierra firme en la marea baja.

 Es un lugar sagrado y de peregrinación religiosa, rodeado de bonitas playas y con un ambiente muy especial. 















Hacia el interior, en dirección a Fez, resulta interesante la visita al cañón y aguas termales de Lalla Haya, un agreste territorio en mitad de ninguna parte con una variada vegetación y un paisaje impactante. 











Las puertas de MEKNES...





Cerca de Meknes se encuentra el pintoresco pueblecito de Moulay Idriss. Es un importante lugar de peregrinación, con un casco urbano edificado sobre dos colinas circulares, en medio de una gran llanura. 









FEZ es un viaje en el tiempo...


Dentro de su enorme Medina el tiempo parece haberse detenido y el espacio parece retorcerse entre los recovecos de un gran laberinto. De repente nos encontramos en un escenario que podría ser medieval o incluso muy anterior... 







En el gran caos de la medina resulta casi imposible no perderse, y de hecho no está nada mal deambular sin rumbo por sus calles, hasta encontrar de nuevo un punto de referencia señalado en el mapa. 






Entre sus innumerables mercados, mezquitas y bazares se puede uno tirar días descubriendo rincones y recovecos inesperados. 








Pero tal vez lo más sorprendente son los espectaculares recintos de curtido y tinte, grandes patios a cielo abierto donde se trabaja el cuero y la lana con métodos ancestrales. 


Hay que caminar bastante y seguramente perderse un poco, pero al llegar nos sentimos transportados a un escenario mágico, donde el tiempo parece haberse detenido hace dos mil años...
























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