JUEGO DE TRONOS
Escocia es todo lo que hay al norte del muro de Adriano, construido en tiempos de este emperador romano para proteger al Imperio de los bárbaros que acechaban desde el norte...
El otro lado del muro es la tierra oscura del mundo de Juego de Tronos, cuyo territorio se asemeja sorprendentemente al de Gran Bretaña... en esa tierra habitan monstruos, zombies y otros seres capaces de aterrorizar al más intrépido turista...
Sin embargo cuando uno llega a Edimburgo la sensación no puede ser más pacífica y civilizada, y más si se llega en pleno agosto, cuando la ciudad es un puro festival...
El festival de Edimburgo celebró en 2017 su 70 aniversario, y en todo este tiempo se ha consolidado como uno de los festivales de teatro, artes y música más potentes del planeta...
En Edimburgo el gótico está por todas partes, es la misma estructura de la ciudad. Los edificios, aunque en su mayor parte sean neogóticos, destilan la esencia misteriosa y sofisticada del medioevo , con frecuentes referencias a fantasmas, brujas, alquimistas y otros seres dignos del otro lado del muro...
La Royal Mille es la espina dorsal de la ciudad y aquí transcurren buena parte de los eventos del festival. Transcurre entre la mole rocosa del Castillo de Edimburgo, por un lado, y el moderno edificio del parlamento escocés, en el otro...
A ambos lados la "Royal" abundan los palacios e iglesias, entre empinadas callejuelas con rincones que parecen competir a ver cual es más gótico...
El unicornio, símbolo de Escocia, vigila el horizonte de Edimburgo desde lo alto de muchas torres y monumentos...
Si Escocia fuera el País Vasco, Edimburgo sería San Sebastián y GLASGOW sería Bilbao. Una dinámica metrópoli industrial, gris y aparentemente anodina, con imponentes edificios victorianos y un animado ambiente cultural, la rivalidad está servida...
La isla de BUTE, en la costa occidental, está cerca de Glasgow pero nos transmite con claridad el ambiente grandioso y desolado de la naturaleza escocesa. Mar, cielo y tierra forman un escenario fascinante con las montañas de la isla de Arran enmarcando el horizonte...
un poco de IRLANDA
DUBLIN tiene un aire gris y un tanto anodino a primera vista, al que ayuda bastante su clima normalmente gris y lluvioso, así como la ausencia de edificios impactantes.
Esta impresión suele disiparse con rapidez al frecuentar su animada escena nocturna y musical, de donde algunos de los principales grupos de rock del mundo, como U2, así como una inagotable cantera de música celta.
Tomarse una Guiness al son de gaitas y violines es una de las actividades más recomendables en la ciudad de James Joyce...
El impresionante recinto religioso de Newgrange fué construido 300 años antes que Stonehenge, con características sorprendentes.
Visto desde fuera es un recinto semicircular de proporciones considerables, semejante a un montículo, rodeado de piedras talladas en bajorrelieves con círculos y espirales.
La entrada nos conduce, a través de un pasillo de 20 metros, a una cámara abovedada con forma de cruz, construida con gran maestría. La orientación es de tal precisión, que el primer rayo de sol del solsticio de invierno entra directamente por un agujero situado sobre la entrada y llega hasta el fondo de la bóveda, produciendo un efecto mágico que se repite año tras año desde hace sólo 5.200.
El complejo religioso de Glendalough, ubicado en un agreste y verde paisaje con dos hermosos lagos de origen glaciar, fué uno de los principales centros monásticos de la cristiandad primitiva, allá por los siglos V y VI de nuestra era.
Muchos textos de la antigüedad fueron copiados y custodiados en estos monasterios, en la caótica época que siguió al final de imperio Romano.
A sólo 15 kilómetros del centro de Dublín se encuentra el pintoresco puerto pesquero de Howth, donde, entre gaviotas y barcos pesqueros, vive una nutrida población de focas, que imprime a este lugar un ambiente decididamente norteño...
