Transilvania

Viajar en tren por Rumanía es una forma agradable  de conocer el país... 



BUCAREST 


La capital rumana es más bien fea, pero no por ello deja de ser interesante. Tiene un urbanismo desordenado y poco cuidado, donde se mezclan los  edificios neoclásicos con los grises bloques de la época comunista.  




La antigua sede del partido comunista, hoy Ministerio del interior, fue el lugar donde Ceaucescu dió su último discurso, en diciembre de 1989, pocos días antes de ser detenido y fusilado.



En el centro, al que llaman el "pequeño París", se concentran una ingente cantidad de bares, restaurantes, discotecas y puticlubs, entre grandes museos y elegantes edificios neoclásicos. Es una zona peatonal, agradable para pasear y salir de copas.



El gigantesco edificio del parlamento es, seguramente, la máxima expresión de la arquitectura comunista.

Hoy alberga, además de las sesiones parlamentarias, un inquietante museo de arte contemporáneo.





Un puñado de graciosas iglesias ortodoxas alegran bastante el panorama urbano. Vale la pena visitarlas una por una y escuchar los cantos en las frecuentes ceremonias religiosas, 




La catedral patriarcal, con sus peculiares torres típicas de las iglesias rumanas, es una de las más imponentes.


Stavropoleos, en el centro peatonal, es otra de las iglesias notables, con profusión de frescos en el interior y el exterior.









SIBIU


Al norte de los Cárpatos se extienden las fértiles llanuras de Transilvania y Sibiu es una de las ciudades principales de esta histórica región.


La ciudad, como otras de la región, tiene orígenes germánicos. Allá por el S. XII estas tierras se poblaron con colonos procedentes de Sajonia, con la idea de reforzar esta región fronteriza de las incursiones de mongoles y otomanos...


El centro histórico de Sibiu es una joyita muy bien cuidada, con bonitas plazas y edificios.  Está todo impecable. 



La catedral luterana es un gran monumento gótico y sigue siendo el principal edificio de la ciudad, aunque ya casi no quedan fieles de esta confesión, pues los descendientes de los antiguos sajones han emigrado en su mayoría a Alemania en los años 90. 







La ciudad tiene una animada vida cultural y nocturna, con muchos restaurantes y bares de música en directo. 




En las afueras hay un extenso parque donde se encuentra el Museo etnográfico Astra, con molinos, norias y otras edificaciones tradicionales del mundo rural. 



A pocos km. al sur de Sibiu se elevan en toda su grandeza los Cárpatos,  que forman una larga cadena de cumbres en torno a los 2.500 mts. de altura. 



El lago Balea es la joya de estas montañas. Se encuentra a 2.000 mts. de altitud, rodeado por un circo de picos afilados. 

 

Al lago se llega, curva tras curva, por la increible carretera Transafargan, cuando está abierta.  Si hay nieve se cierra pero se puede subir en un teleférico espectacular. Arriba hay refugios y restaurantes.  



Al pie de los montes, en un entorno idílico, se encuentra el monasterio ortodoxo de Brancoveanu, uno de los más importantes de Rumanía. 





SIGHISOARA


Es otra de las principales ciudades históricas de Transilvania, con un precioso centro histórico amurallado, situado en una colina. 


Esta pequeña ciudad, patrimonio Unesco, es también de origen  germánico y tiene 2 grandes iglesias góticas de confesión luterana. La torre del reloj es su monumento más característico.




La ciudadela tiene un aire misterioso en las mañanas de neblina...





No obstante, el turismo acecha y hay peligro de masificación, como suele ocurrir en estas ciudades casi perfectas. Pero todavía no.









BRASOV

El centro de Brasov, encajonado entre boscosas colinas, reúne una sugestiva combinación de naturaleza e historia. 


Las vistas de bosques y edificios históricos se suceden en todas las esquinas, con las grandes letras al estilo Hollywood en lo alto del monte. Está claro que la ciudad se gusta a si misma...








La iglesia negra es otra de las grandes catedrales góticas del periodo germánico. Es notable su colección de alfombras turcas, donadas como ofrenda por los comerciantes sajones de la época...



La torre del ayuntamiento, medio atravesado en medio de la plaza, destaca en  las panorámicas urbanas...



Alrededor de Brasov hay varios puntos de  interés histórico y natural. En las afueras de la ciudad, la iglesia de los santos Apóstoles es un simpático edificio lleno de brillo y color...



El castillo de BRAN es el lugar más famoso de la zona, por todo el tema de Drácula. Pero está muy sobrevalorado y abarrotado de gente. No obstante, el castillo es bonito y se encuentra en un paraje singular...



Las iglesias fortificadas de Harman y Prejmer, patrimonio Unesco, fueron 
construidas por los colonos sajones allá por el S. XII...

Harman es una impresionante fortaleza circular, con muros de gran altura, dentro de los cuales se alza una gran iglesia románica. Dentro de los altos muros hay casas y almacenes y reina  una peculiar sensación de aislamiento y protección. No hace ni viento. 







Prejmer, a pocos km,  es otra fortaleza inexpugnable...




SINAIA

situada en un estrecho valle al pie de los montes Bucegi, Sinaia es una villa señorial frecuentada por la corte allá por el S. XIX.  Una especie de Sintra a la rumana. El palacio de Peles, residencia real, es el edificio más característico...



Desde Busteni y Sinaia salen teleféricos que llegan a los montes Bucegi, a más de 2.000 metros de altura.  Estos montes forman un peculiar altiplano cortado por paredes verticales y de gran desnivel. Las vistas son, como se puede suponer, espectaculares.




Y cuidado con los osos. Según dicen hay más de 6000 ejemplares habitando en los Cárpatos, que constituyen también la mayor superficie forestal de Europa.









En resumen, Transilvania es un destino interesante y asequible, con variadas influencias culturales, una gran arquitectura y un magnífico entorno de montaña. Y osos.



































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