FUTURO Y TRADICIÓN en el planeta JAPÓN...
Tokyo
Un pintoresco encuentro entre lo moderno y lo tradicional se produce todos los domingos en la estacion Harajuku del metro de Tokyo.
Esta estación da acceso al parque Yoyogi, donde se reunen por un lado las diferentes tribus juveniles, ataviadas con las indumentarias mas extravagantes, y por otro los devotos sintoistas, vestidos a la manera tradicional japonesa, que acuden al Santuario Meiji, uno de los templos mas sagrados del sintoismo, donde se realizan ceremonias religiosas y bodas tradicionales.
Todos salen por la misma boca del metro, y unos se encaminan al Santuario, al que se llega torciendo a la derecha, mientras otros se dirigen al animado parque situado a la izquierda, donde hay mercadillos de ropa usada, puestos de comida, bandas de rock tocando en directo, y adolescentes de todas las tribus imaginables escuchando música, paseando o tomando el sol.
Punkies con el pelo verde, enfermeras sexy con las manos ensangrentadas, clones de Elvis Presley, mods con vespa y gabardina, barbies, heavies y galácticas conviven pacíficamente en este pintoresco espacio.
En el santuario Meiji, el nivel de detallismo es similar, sacerdotes sintoistas con extraños sombreros, elegantes individuos que parecen samurais y geishas que andan a pequeños pasitos con sus kimonos inmaculados.
Se celebran bodas tradicionales y las familias presentan ofrendas a los dioses sintoistas.
La noche
La noche de Tokyo es un escenario fascinante y colorido que nos transporta de repente al futuro. Llega la noche y se hace la luz.
Gigantescos anuncios luminosos y enormes pantallas de video invaden la oscuridad.
Los carteles son totalmente ininteligibles, aumentando la sensación de extrañeza y perplejidad.
Tras una dura jornada laboral, millones de japoneses pululan apresuradamente por las calles y pasarelas, dirigiéndose a cenar en alguna de las innumerables opciones disponibles.
Debajo de las vías del tren que surcan la ciudad en todas direcciones, se han instalado cientos de restaurantes de todos los niveles. La cena es una prolongada happy hour que constituye el gran momento festivo del día.
Mas tarde muchos realizan largos viajes a sus viviendas en el extrarradio, aunque también hay muchos que pernoctan entre semana en la capital, en una especie de cubículos de 1 metro de altura, equipados con todas las comodidades, llamados hoteles-cápsula.
Mas tarde muchos realizan largos viajes a sus viviendas en el extrarradio, aunque también hay muchos que pernoctan entre semana en la capital, en una especie de cubículos de 1 metro de altura, equipados con todas las comodidades, llamados hoteles-cápsula.
EL ZEN Y EL ARTE DE TIRAR DE LA CADENA
Sushis, sashimis y tempuras
fluyen en lacados recipientes,
dispuestos en asimétricas composiciones
sobre fondo de arroz blanco o alga negra,
como pequeños jardines con aire marino,
con olor a salitre y espuma.
los jardines marineros
desfilan en una cinta giratoria
y cada plato tiene un color que indica el precio.
No es necesario pronunciar una sola palabra,
y no hay que esperar nada para empezar a comer.
La cuenta es igualmente simple,
una camarera escanea los platos acumulados
con un lector del que sale la factura, siempre exacta.
Siempre hay poco espacio
y hay que sentirse cómodo en la estrechez,
tanto en la intimidad como en la barra del restaurante.
Las piscinas se vacían periódicamente
al son de un pitido
para ver si hay algún ahogado.
En el metro, educados empujadores con guantes
empujan suavemente a los viajeros
para que entren en los abarrotados vagones.
El mero hecho de ir al cuarto de baño
es una experiencia de ciencia ficción,
pues la taza del water
es un artefacto futurista
de botones y palancas incomprensibles
y no es tan sencillo tirar de la cadena.
El asiento puede calentarse
a la temperatura deseada,
mientras distintos chorritos de agua
con presiones y goteos variados
surgen del fondo del WC.
KAMAKURA y el TSUNAMI.
Kamakura, situada en una hermosa bahía pocos kilómetros al sur de Tokyo, tiene gran importancia histórica y religiosa.
Antigua capital de Japón, la ciudad concentra algunos de los templos y monasterios zen más importantes del país. La gran estatua de Buda del S. XII estaba dentro de un templo que fue barrido por un fuerte tsunami.
Pero la pesada estatua resistió intacta y desde entonces se oxida lentamente al aire libre, en su serena postura de meditación, convertida en lugar de peregrinación y en un símbolo de la resistencia ante la furia de los elementos.
NIKKO
NIKKO en otoño significa naturaleza y arte en su esplendor. El conjunto ceremonial de Nikko es uno de los más espectaculares de Japón.
El arte nipón vive en el Siglo XVII un momento de especial refinamiento y complejidad, comparable al barroco occidental.
Los templos y mausoleos de Nikko, situados en un espectacular entorno de bosques centenarios, son la máxima expresión de esta brillante época del arte japonés.
FUJI
El icono natural y religioso de Japón es este impresionante volcán de 3.776 mts., en torno al cual hay un paisaje verde y montañoso, salpicado de lagos y lugares sagrados relacionados con la naturaleza, como cuevas, árboles o rocas.